Día Internacional contra el Bullying o el Acoso Escolar

Escrito el 02/05/2022
Agustinos


 “No son cosas de niños, es un mal de la sociedad actual"

Desde el año 2011 se celebra, cada 2 de mayo, el Día Internacional contra el Bullying o el Acoso Escolar.  El objetivo es doble. Por una parte, tomar conciencia de que este problema existe en las escuelas y, por otra parte, buscar remedios para solucionar esta situación que provoca mucho dolor y sufrimientos en niños y jóvenes de todo el mundo.

Algo más de 1 de cada 3 estudiantes de entre 13 y 15 años en todo el mundo sufren actos de acoso escolar. Casi una tercera parte de los estudiantes de 11 a 15 años de Europa y América del Norte dijeron que habían intimidado a otros. El acoso escolar se da de forma verbal, física y social.

El verbal se puede expresar de forma directa o indirecta con palabras desagradables o agresivas a otro u otros, con la finalidad de humillar, amenazar o intimidar. Entre esto tenemos las burlas, insultos, provocaciones, etc.

El acoso físico se lleva a cabo al lastimar u ocasionar lesiones corporales o deteriorar las cosas. Tenemos, por ejemplo, golpear, escupir, empujar, hacer gestos desagradables o inadecuados con la cara o las manos, o coger, romper y esconder las pertenencias de otro.

El acoso social consiste en dañar emocionalmente las relaciones de un alumno/a con otro u otros, aislándolo, marginándolo. También puede realizarse divulgando rumores acerca de sus actividades personales, o poniéndolo en vergüenza ante los demás.

Además de estos casos de acosos verbal, físico y social, está, desde hace unos años para acá, el Bullying o acoso a través de las redes sociales, lo que se conoce como el ciberacoso.

En definitiva, el Bullying puede causar un daño temporal o permanente en la víctima, que se siente hostigada de forma continua. Para él o ella, ir a la escuela, abrir el ordenador o el móvil, se convierte en un sufrimiento continuo.

Estos niños y jóvenes, una vez que crecen, son personas inseguras, a las que les costará poder tener una vida sana para relacionarse con otras personas, ya sea en el trabajo o a la hora de formar una familia.

Cuando un niño o adolescente es agredido de manera verbal o física comienza a mostrar una serie de comportamientos bastantes característicos como un bajo rendimiento escolar, síntomas de depresión, baja autoestima y en el peor de los casos, el deseo de atentar contra su vida.