Día de la Sagrada Familia

Escrito el 30/12/2022
Agustinos


 "La familia, cuna de la vocación al amor"

La Iglesia celebra el 30 de diciembre la Jornada de la Sagrada Familia, y este año con el lema, "La familia, cuna de la vocación al amor".

La Iglesia sitúa a la familia como lugar privilegiado de acogida y discernimiento de la vocación al amor, ya sea dentro del sacerdocio, la vida religiosa o el matrimonio cristiano. Y esto, porque la felicidad de cada persona pasa por el descubrimiento y vivencia en plenitud de la vocación que Dios ha soñado para cada uno. 

Para descubrir esa vocación, es fundamental el papel de la familia. Ninguna institución puede suplir su labor en la educación de los hijos, especialmente en lo que se refiere a la formación de la conciencia. 

A la luz del documento del papa Francisco “Christus vivit”, se pueden sacar algunas pautas que ayuden en el proceso del discernimiento de la vocación dentro de la familia:

-La familia es el ámbito privilegiado para escuchar la llamada del Señor y para aprender a responderle con generosidad.

-En la familia es donde mejor se aprende la relación con Jesucristo vivo, por eso es importante rezar en familia y participar juntos en los sacramentos.

-En la familia hay que cuidar la formación en las virtudes, en especial la fortaleza. En esta formación hay que incluir la afectividad y la sexualidad en el ámbito más amplio del amor verdadero.

-En la familia hay que vivir la experiencia de encuentro con Cristo, escuchar su Palabra y reconocer su voz para estar abiertos a la posibilidad de consagrarse a Dios en el sacerdocio o en la vida religiosa.

-Los padres deben enseñar a sus hijos a reconocerse como “don” y acompañarlos en el discernimiento, pero no tomar las decisiones por ellos.

-Una clave muy importante que deben tener presente los padres es considerar la vida como ofrenda, e inculcar a los hijos que cada uno tiene una misión en la tierra. 

-La familia es el primer lugar donde se tiene que forjar a los hijos en la caridad, cuidando especialmente de los abuelos y los mayores,  así como estar abiertos a las necesidades de los demás.

-En cuanto a la vocación al matrimonio, los hijos tienen que ver a los propios padres vivir el matrimonio y la familia como una misión, con felicidad y paciencia, a pesar de las dificultades, los momentos tristes y las pruebas.

En definitiva, en este día de la Sagrada Familia de Nazaret pedimos que se nos otorgue un impulso misionero para mostrar la belleza de la vocación del amor a la que todos y cada uno hemos sido llamados.