"La paz empieza conmigo"
El Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas es una celebración proclamada así por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el año 2003. La fecha del 29 de mayo recuerda el día en que inició sus operaciones la primera misión de paz de este organismo, en el año 1948, hace 75 años. Esta primera misión fue en el Oriente Medio, para vigilar que se llevaba a cabo el Acuerdo de Armisticio entre Israel y sus vecinos árabes.
En estos 75 años, más de dos millones de efectivos civiles y uniformados han ayudado a los países en la transición de la guerra a la paz. Por eso esta fecha es un buen momento para reconocer la contribución que realiza el personal civil y uniformado (cascos azules) con su trabajo en la Organización. También es la oportunidad para recordar a los cerca de 4.200 trabajadores del personal que han dado su vida desde el año 1948.
El personal de mantenimiento de la paz trabaja, conjuntamente con las comunidades locales, para facilitar soluciones políticas, prevenir conflictos, proteger a los civiles, reforzar los derechos humanos y el Estado de derecho, y construir una paz sostenible.
Hay tres principios básicos que deben cumplirse para que las operaciones de paz de las Naciones Unidas sean eficaces, tanto para el mantenimiento de la paz, como para la seguridad internacional:
- Que se dé el consentimiento de las partes que están en conflicto para que se desplieguen las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.
- Que exista imparcialidad del personal de paz de las Naciones Unidas en su trato con las partes en el conflicto. Esto no quiere decir que sean neutrales, a la hora de cumplir con los objetivos por los cuales se encuentran en un lugar determinado.
- No utilizar la fuerza de las armas, excepto en legítima defensa y en defensa de la misión que se les ha confiado. Y, todo ello, con la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU.
Así, con el lema de este 75 aniversario, "La paz empieza conmigo" se pretende hacer un llamamiento a todas las personas para que se unan al movimiento mundial por la paz. Individualmente, nunca se tendrá éxito. Pero, unidos, se puede ser una poderosa fuente de cambio.
Solo de esta manera, se llevarán a cabo mejoras en las vidas de la gente, dentro de áreas como el desarrollo económico, el Estado de derecho, los derechos de la mujer, los derechos humanos, y la salud y educación.