Día de Viernes Santo

Escrito el 29/03/2024
Agustinos


"Pasión, crucifixión y muerte de Jesús"

El Viernes Santo, conocido también como Viernes Grande o Viernes Negro, es el quinto día de la Semana Santa cristiana y, en él, se recuerda la pasión, crucifixión y muerte de Jesús. Forma parte del Triduo Pascual (Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo), y se celebra en las iglesias católicas, protestantes y ortodoxas, aunque la fecha cambia en cada una de ellas.

La pasión, crucifixión y muerte de Jesús se inicia con su prendimiento en el monte de los Olivos. Continua con los juicios de Poncio Pilato (Prefecto romano) y Herodes Antipas (Gobernador de Judea). La condena para morir en la cruz la realiza Pilatos a petición de Herodes y del pueblo judío.

En los evangelios se indica que Jesús fue despojado de sus vestiduras, flagelado y le pusieron en la cabeza una corona de espinas. Le cargaron la cruz a la espalda y atravesando las calles de Jerusalén subió hasta el monte Calvario. Allí, le crucificaron junto a dos ladrones y murió acompañado de alguno de sus seguidores y seguidoras que estaban al pie de la cruz.

En el Viernes Santo los católicos no celebran la Eucaristía, sino que en la tarde se lleva a cabo la Liturgia de la Pasión, que tiene tres momentos fundamentales: la Liturgia de la Palabra, la Adoración de la Cruz y la Comunión. En el primer momento se lee la pasión de Jesús; en el segundo, cada uno de los asistentes a la liturgia besa, toca o hace una reverencia ante la cruz y, en el tercer momento, se comulga con las formas guardadas de la misa del Jueves Santo.

Cosas que, a lo mejor no se sabes, es que durante el Viernes y Sábado Santo (antes de la Vigilia Pascual), solo se pueden celebrar dos sacramento: la confesión y la unción de los enfermos. Asimismo, en el Viernes Santo los fieles católicos realizan ayuno y se abstienen de comer carne.  

También suele haber en la mañana del Viernes Santo, en muchas parroquias y templos, el rezo del Vía Crucis. Este consiste en recordar los momentos de la pasión, crucifixión y muerte de Jesús, desde su condena hasta su entierro, a través de 14 momentos o estaciones, realizando en cada una de ellas alguna reflexión y oración. 

Finalmente, el color litúrgico del Viernes Santo es el rojo, en honor a la sangre derramada por Jesucristo.