“Cuidar la tierra, la casa común"
El 18 de agosto se celebra el Día Mundial de la Prevención de Incendios Forestales. La finalidad de esta jornada es concienciar a la población de la necesidad urgente que existe de cuidar y preservar los bosques, extremando las precauciones y haciendo todo lo necesario para evitar los incendios.
Y es que, este año en España, se están batiendo todos los records de incendios, estimándose en 270 mil hectáreas las que se han quemado durante este año 2022 a lo largo y ancho de territorio nacional. No hay región que no se haya librado de semejante catástrofe, ya haya sido más grande o más pequeño el incendio.
Esto ha sido así porque, hasta los bosques que solían mantener humedad durante el verano, este año se han visto afectados por la falta de lluvia en el invierno, las altas temperaturas en la primavera y verano y la pertinaz sequía que nos rodea.
Otro factor es que muchas zonas de árboles se encuentran sucias en la parte del suelo, llenas de maleza seca propicia para arder a la mínima ocasión. Es ahí donde se inician los incendios al caer un rayo de una tormenta seca, al producirse la imprudencia de una persona, la chispa de una maquina o vehículo y, lo más triste y delictivo, al ser provocado directamente por una persona de forma deliberada.
Ningún país del mundo se libra del peligro de los incendios forestales, donde grandes masas de árboles quedan incineradas, arrasando con toda la biodiversidad existente en los mismos. Una auténtica catástrofe medioambiental para la humanidad y el planeta, nuestra Casa Común.
Los cristianos estamos comprometidos con el cuidado de la tierra, la Casa Común. Desde las parroquias y las instituciones eclesiales educativas y sociales, se está trabajando para que los fieles cristianos y las personas de buena voluntad, tomen conciencia de que todos tenemos algo que hacer para salvar la tierra, tanto individual como comunitariamente.