"Desarrollar su capacidad de liderazgo"
La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció en diciembre de 2007 que, a partir del año siguiente, se celebrara en todo el mundo el Día Internacional de las Mujeres Rurales el 15 de octubre.
El objetivo de dicha celebración es reconocer “el papel fundamental y la contribución de las mujeres rurales, incluidas las mujeres indígenas, para mejorar el desarrollo agrícola y rural, mejorar la seguridad alimentaria y erradicar la pobreza rural”.
Este año, el Día Internacional de la Mujer Rural tiene como lema “Las mujeres rurales cultivan alimentos de calidad para todas las personas”. Así, este día sirve para resaltar el trabajo que realizan las mujeres rurales, muchas de ellas niñas y proponer estrategias para el cierre de las brechas de género en los sistemas agroalimentarios.
El trabajo de las mujeres rurales garantiza la seguridad alimentaria, genera resiliencia ante el clima y a su vez fortalece las economías. Por todo ello se deben tomar todo tipo de medidas que les ayuden a que puedan seguir desarrollando tanto sus habilidades, como su capacidad de liderazgo.
Desde el año 2017, de los 1,6 billones de mujeres rurales que se calcula que existen en todo el mundo, solo el 2% de ellas eran propietarias de la tierra que trabajan y recibían solo el 1% de todo el crédito destinado a la agricultura.
Las mujeres rurales, con su trabajo, alimentan a una parte de la sociedad, ayudan a preservar la biodiversidad, erradican el hambre de muchas comunidades, gestionan, además de las labores agrícolas, el cuidado de animales, del hogar, de la familia, la alimentación…
Pero, pese a su trabajo y productividad, tiene muy poco o ningún acceso a la tierra, a los materiales agrícolas, créditos, mercados, etc., tal como lo tienen los hombres que se dedican a realizar el mismo trabajo. Además, tampoco cuentan con un acceso equitativo a la educación, capacitación, infraestructuras y servicios básicos.
Para el Secretario General de las Naciones Unida, Antonio Guterres, “el empoderamiento de las mujeres y las niñas rurales es esencial para construir un futuro próspero, equitativo y pacífico para todos en un planeta sano. Es necesario, para lograr la igualdad entre los géneros, garantizar un trabajo decente para todos, erradicar la pobreza y el hambre y adoptar medidas relacionadas con el clima”.