Día Mundial de la Religión

Escrito el 21/01/2024
Agustinos


"Experiencia espiritual de carácter universal"

El tercer domingo del mes de enero se celebra el Día Mundial de la Religión o Día Internacional de las Religiones. El objetivo de esta jornada es hacer realidad el artículo 18 de la Declaración de los Derechos Humanos en el que se dice: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión”.

Esta celebración anual tiene su inicio a partir del año 1950, en la llamada Asamblea Nacional Espiritual de la Religión Bahai en Estados Unidos. Se trata de un movimiento religioso monoteísta (que creen en un solo Dios), cuyo líder espiritual y fundador fue conocido como Bahá'u'lláh, de origen persa. Según este maestro del espíritu, Dios es la unidad y la fuente principal de todas las cosas existentes en el universo.

Se puede decir de forma general, que la religión es la creencia en la presencia de un ser supremo dotado de poderes superiores que acompaña al ser humano en este mundo y de la existencia de un "más allá" después de la muerte.

Aproximadamente, se estima que son entre 4.000 y 4.300 las religiones en todo el mundo. Esta vivencia sigue siendo una dimensión muy importante en la existencia de muchas personas, ya que el 84% de la población mundial se identifica con un grupo religioso.

Cada cultura, a lo largo de la historia de la humanidad ha tenido, y sigue teniendo, su propia creencia en ese ser superior (ya sea un solo dios o muchos). Para encontrarse con él es necesario llevar a la práctica una serie de normas, ceremonias y rituales específicos.

Entre todas religiones existentes en el momento actual, las cuatro que cuentan con mayor número de seguidores son: Cristianismo, el 31% de la población mundial; Islamismo el 24%; Hinduismo el 15% y Budismo el 6,9%.

Dado que, como se ha dicho, este tipo de creencia es una experiencia universal en todas las partes del mundo, es necesario que, tanto entre las personas como entre los pueblos, sociedades y naciones, se tenga el máximo respeto a la religión que cada uno profesa, a sus ritos, cultos, manifestaciones públicas. Así, se podrá evitar cualquier todo tipo de conflicto, persecución, violencia, represión de unos por parte de otros.

Por eso, llevar a cabo esta celebración supone reconocer la existencia de principios espirituales compartidos por los fieles creyentes de las distintas religiones en todo el mundo, y cuyo fin tiene que ser conseguir una verdadera armonía y unificación de la humanidad y todo lo que ella representa.