"Violación de los derechos humanos"
En el año 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó que el 6 de febrero de cada año se celebre el Día Internacional de Tolerancia Cero a la Mutilación Genital Femenina, una práctica que se lleva a cabo en niñas, entre la infancia y la adolescencia, en determinados países del mundo.
La mutilación genital femenina consiste en alterar o dañar los órganos genitales femeninos por razones que nada tienen que ver con decisiones médicas, sino que obedecen, entre otros, a factores culturales y económicos que dificultan que las niñas, las mujeres y las comunidades, abandonen esta práctica.
Esta actuación es causa de hemorragias graves y otros problemas de salud tales como quistes, infecciones e infertilidad, así como complicaciones en el parto y un mayor riesgo de muerte, tanto para la madre, como para los recién nacidos.
Dicha práctica es una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas, que causa un daño profundo y permanente en sus vidas. Se calcula que más de 200 millones de niñas y mujeres que viven hoy en día, han sido víctimas de la mutilación genital femenina en 30 países de África, Oriente Medio y Asia, donde se concentra esta práctica.
En 2024, casi 4,4 millones de niñas —o lo que es lo mismo, más de 12.000 cada día— corren el riesgo de sufrir mutilación genital femenina en todo el mundo. Una de cada cuatro supervivientes sufrió mutilación genital femenina a manos de un trabajador sanitario.
Para promover la erradicación de esta terrible práctica es necesario realizar esfuerzos coordinados y sistemáticos en los que participen las comunidades en torno a la concienciación sobre los derechos humanos, la igualdad de género, la educación sexual y la atención a las víctimas de la ablación.
Es necesario que los Gobiernos fomenten leyes que prohíban esta práctica y garanticen que las niñas tengan acceso a servicios de calidad en materia de protección de la infancia y de salud sexual y reproductiva. Además de las leyes, tienen que desarrollar estrategias que prevengan esta práctica, incluyendo la formación de personal médico, trabajadores sociales y líderes locales y religiosos.
Un video de naciones unidas sobre este tema con testimonio de mujeres.