“Atención personal, primaria e integral"
El 19 de mayo se celebra el Día Mundial del Médico de Familia. Tal fecha fue propuesta por la Organización Mundial de Médicos de Familia (WONKA) en el año 2010. El objetivo de este día es destacar la importancia y contribución de los médicos de familia en los sistemas de salud en el ámbito mundial.
Al médico de familia también le llama la gente con el término de médico de cabecera o de medicina general, aunque existen diferencias con éste. De hecho, para ser un médico de familia en España, los licenciados en Medicina realizan cuatro años de formación MIR (médico interno residente) en la especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria.
Durante este período se forman tanto en el hospital como en el Centro de Salud en las distintas áreas de conocimiento médicas, quirúrgicas y de urgencias y conocimientos en áreas de Salud Pública y Medicina Comunitaria.
Se podría decir que un médico de familia es un especialista que ofrece atención personal, primaria e integral a las personas y familias en el contexto de la comunidad y la sociedad. Es el primero contacto que tiene la persona con el Sistema Nacional de Salud, y soluciona el 90 por ciento de las necesidades de los pacientes.
Una de las principales características del médico de familia es que está comprometido más con la persona que con un grupo de enfermedades, por lo que se encuentra disponible para cualquier problema de salud que tengan, sin tener en cuenta la edad y el sexo.
Intenta comprender el contexto de la enfermedad y considera cada encuentro con sus pacientes una ocasión ideal para poner en marcha medidas de prevención y/o educación sanitaria. De esta manera, el médico de familia se constituye en una parte esencial de la red sanitaria, en la que lo importante es la relación médico-paciente.
Se puede afirmar que el médico de familia es el especialista cuya área de conocimiento abarca a la persona como un todo, es el que tiene una visión global del paciente. Por eso ha de tener en cuenta no sólo los aspectos físicos de la enfermedad, sino también los psicológicos y sociales, y el entorno en el que vive el enfermo, sus circunstancias familiares y sus relaciones sociales, que en gran medida influyen en su estado de salud.
Esta atención continuada permite al médico de familia atender la gran mayoría de los problemas de salud de las personas a lo largo de toda su vida, convirtiéndose en muchas ocasiones en el consejero, asesor y confidente del paciente.
Por lo tanto, un primer nivel sanitario o Atención Primaria bien organizado, con profesionales cualificados, es fundamental para la mejora de la salud de la población.