"LLevar a cabo acciones prioritarias en favor de los niños/as vulnerables"
El 7 de mayo es el Día Mundial de los Huérfanos del SIDA, una jornada dirigida a promover la defensa de millones de niños que, en el mundo entero, han quedado huérfanos a causa del SIDA.
El origen del Día Mundial de los Huérfanos del SIDA es del año 2002 y nació por iniciativa de Albina du Boisrouvray, fundadora de FXB International, una organización no gubernamental creada en el año 1986, cuyo objetivo es la defensa de los niños siguiendo la Convención sobre los Derechos del Niño.
Dicha ONG tiene una especial vinculación con los niños/as huérfanos a causa del SIDA, así como con todos los niños/as que se encuentran en una situación grave de vulnerabilidad.
Para ello lleva a cabo programas basados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), contemplados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Cabe reseñar que, con la realización de estos programas se han beneficiado más de 18 millones de niños y adultos.
Asimismo, FXB inició una coalición mundial de alcaldes y funcionarios para apoyar los derechos de los niños más vulnerables. A la fecha, se han incorporado más de 800 alcaldes y funcionarios electos de 41 países.
Esta organización trabaja para garantizar que, el 10% de los fondos obtenidos para el VIH/SIDA, se destinen a apoyar a los huérfanos y niños vulnerables, en el ámbito mundial.
Actualmente, más del 95% de los niños huérfanos del SIDA y afectados por esta enfermedad, viven con familias extensas y de acogida, la mayoría en situación económica precaria o en pobreza extrema.
Por otra parte, se estima que un 62% de los jóvenes del mundo infectados con SIDA, y un 80% de los niños huérfanos a causa de esta enfermedad, habitan en países de África subsahariana.
A pesar de los esfuerzos y logros orientados a la financiación, prevención y tratamiento del SIDA, un escaso porcentaje de estos recursos se destinan a las familias y comunidades que atienden a esta población infantil vulnerable.
De ahí, la urgencia para que se lleven a cabo acciones prioritarias, no sólo de los gobiernos, sino también de las organizaciones y del sector privado, en apoyo de la defensa de los derechos básicos de los niños huérfanos del SIDA, así como de las familias y comunidades que los cuidan.