¿Sabes que los verderos colores no se ven con los ojos? Es algo mucho más profundo.
Todos tenemos un día negro, sabemos que lo gris equivale a nublado, oimos que no todo en la vida es de color de rosa, lo amarillo lo relacionamos con la luz o el calor... Y sabemos que el verde, es verde esperanza.
Pues, déjame que te cuente que nuestro mundo interior, los pensamientos, las sensaciones, también tienen sus colores...
Por eso es muy importante cuidar nuestro interior. A propósito de esto te cuento:
Seguro que "ostra te suena a aburrimiento: Me aburro como una ostra". ¿Has visto alguna? Por fuera son feas y tienen una mala apariencia. Y además resultan muy difíciles de abrir. Pero no todas las ostras son iguales. Y no puedes juzgarlas sólo por su apariencia.
Lo que hace que una ostra sea muy valiosa no es su aspecto externo, sino el tesoro que algunas llevan dentro: Una perla.
Esta joya no aparece de repente. Es el resultado de estar mucho tiempo cuidando su interior.
Hoy, jueves agustinianano, te invitamos a cuidar el interior, porque en nuestro interior HABITA DIOS.