La utopía está en el horizonte.
Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte corre diez pasos más allá.
Por mucho que camine, nunca la alcanzaré.
¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve: para caminar.
Eduardo Galdeano
Oración agustiniana
Señor, sé muy bien que no me hallo distante de Ti por el espacio sino por el corazón y que, amándote, es como verdaderamente estoy cercano a ti. Ayúdame a vencer mis egoísmos y mis tibiezas, para amarte con todo el corazón y así estar siempre, y en todo lugar, muy cerca de ti, Vedad y Amor verdadero, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.