San José: Un padre excepcional

Escrito el 19/03/2024
isaac.estevez


 

 

Cinco veces aparece la palabra sueño

en el Nuevo Testamento,

y de ellas cuatro se refieren a José,

quien, convencido por un ángel,

hace lo contrario de lo que estaba pensando…

sabe que tiene un destino que cumplir:

proteger y sostener a su familia…

Es el hombre que sigue sus sueños…

el revolucionario que acepta ser

guiado por el mundo invisible…

He leído aberraciones como ésta:

“Jesús estuvo en la India para

aprender de los maestros del Himalaya”.

Para mí, todo hombre aprende

en la tarea que la vida le depara.

Jesús aprendió mientras hacía mesas, sillas y camas.

En el camino de las personas comunes

encontramos todas las lecciones que Dios

nos da todos los días.

Basta incluir la palabra amor en la lucha diaria

y esta se transforma en un oficio sagrado.

En mi imaginación, me complazco en la idea

de que la mesa en la que Jesús consagró el pan y el vino

habría sido hecha por José,

porque allí habría quedado impresa la huella

de la mano de un carpintero anónimo

que se ganaba la vida con el sudor de su rostro y,

precisamente por ello,

permitía que los milagros se manifestaran.

 

*****

Paulo Coelho