Las Personas Medicina:
¿Hay en tu vida alguna persona con la que cuando compartes tus males se hacen más pequeños? ¿Alguien que te inspira positividad y te lleva a ver siempre el lado bueno de las cosas? ¿Una persona optimista, amable, que escucha, comparte y, sobre todo, te contagia su alegría y entusiasmo?
Entonces… esa persona que forma parte de tu vida, es una persona medicina, según el término acuñado por el psicólogo Bernabé Tierno.
Las personas medicina son aquellas personas inspiradoras, alegres, positivas. Personas que escuchan, pero no juzgan. Con las que conectamos a nivel emocional, que nos contagian sus actitudes y nos hacen sentir bien. Personas coherentes con lo que hacen, piensan, sienten y dicen. Son personas que fomentan la proactividad y hacen más fácil el camino.
Estas personas medicina tienen como aliadas a las conocidas como “neuronas espejo” y son las responsables de este contagio emocional. Al observar a otra persona, se activan las neuronas que ponen en funcionamiento los mismos circuitos cerebrales de la persona que estamos observando. Por ejemplo, vemos a alguien bostezar y de inmediato, también estamos bostezando.
Sin embargo, también es habitual que encontremos en el extremo opuesto a personas tóxicas. Personas negativas, críticas, personas que, aunque sin maldad, se recrean en el dolor y que nos roban toda la energía.
La realidad es que, sin saberlo, nos contagiamos de las emociones de los demás y utilizamos la energía de las personas que nos rodean.
Por esto es fundamental elegir bien nuestro entorno: Pareja, amigos y, en definitiva, compañeros de viaje en la vida, porque lo que ha quedado claro, es esto nos lleva a ser más felices.
Sin embargo y llegado a este punto, la pregunta es… Si las actitudes y las emociones son contagiosas, ¿merece la pena contagiarse con las tuyas?
Si tienes duda con la respuesta o directamente sabes que no, te dejo algunas recomendaciones para aumentar tu positividad:
Agradece cada día las cosas buenas que hay en tu vida.
Céntrate y valora lo que tienes y enfócate para conseguir aquello que realmente deseas. Si no sabes donde vas, no llegarás a ninguna parte.
Disfruta de las cosas sencillas.
Aléjate del victimismo y asume tu responsabilidad.
Se honesto contigo mismo y coherente con lo que piensas, haces y trasmites.
Muéstrate amable y atento con los demás. Ábrete a las relaciones interpersonales. Escucha sin juzgar y no critiques.
Rodéate de personas medicina y si no puedes eliminar de tu vida a las tóxicas, aprende a gestionarlas.
Introduce en tu día a día hábitos saludables (deporte, alimentación, etc.).
Se generoso, sobre todo contigo mismo.
¿Te gustaría que te recordasen como una persona medicina? ¿Una persona con la que merece la pena estar, que contagia ilusión, entusiasmo y alegría? ¿Alguien para tener cerca?
Que la respuesta sea SÍ, depende fundamentalmente de uno mismo.
Recuerda que la felicidad está en el camino, decide como quieres recorrerlo.