Querido hijo no nacido aún:
He de escribirte,
para así decirte que no vendrás casualmente al mundo;
que no serás un accidente en mi vida...
Te buscamos en la existencia con amor
y cuando sentimos la necesidad de compartirte...
¿Sabes?,
nos sentimos padres desde el momento divino
en que te imaginamos.
Soñamos con tu rostro,
con esa imagen que junto a nosotros
nos conducirá a una intimidad por disfrutar.
He aquí que ya deseo decirte
que nos ofrecemos a ser tus primeros amigos;
para así juntos
poder vivir la belleza de esta experiencia que es vivir,
rectificando errores
y dando cuanto te pidan con el corazón...
Somos humildes,
tu cuna no es de las mejores;
pero debes saber que la compramos mucho antes de conocerte,
y que todo el amor que tenemos para ti
la hará más linda y cómoda.
Una de las cosas que espero poder enseñarte
es a vivir con libertad;
a ser tú mismo.
Que sepas ver a los demás,
y sepas darles cuanto necesitan de ti...
Si algún día sueñas con ser un hombre o mujer ideal...
Hijo,
comienza por quitar los rencores
pues con ellos no podrás caminar,
no podrás vivir.