Espíritu Santo,
fuego vivificador y aliento suave,
ven y permanece en nosotros.
Renueva en nosotros la pasión por la unidad,
para que podamos vivir conscientes del vínculo que nos une a ti.
Que todos los que nos hemos entregado a Cristo en el bautismo
nos unamos y demos testimonio de la esperanza que nos sostiene.
Amén.