Compartir es nuestra mayor riqueza

Escrito el 11/02/2025
isaac.estevez


 

No presumirás de ser un buen creyente

porque rezas oraciones a diario,

si no sabes compartir lo necesario

con quien vive en pobreza permanente.

Acreditas tu fe en forma consecuente

cuando eres con los pobres solidario

y conviertes tu oración ante el sagrario

en ofrenda y acogida providente.

Estar ‘religado’ a Dios -según verdad-

reivindica transparencia en los criterios

y hacer de tu fervor acto de piedad.

 

Esta es la ley de solidaridad:

convertir el pan y vino en ministerios

y sellarlos con tu sangre en caridad.

 

Serafín de la hoz.