Buenos días.
Esta semana, celebramos la campaña de Manos Unidas.
Nuestra tierra, podría ofrecer alimento a todos los hombres, sin embargo hay países en los que sus habitantes no tienen nada, ni siquiera agua.
Los que tenemos la suerte de vivir en los países ricos, tenemos la obligación de ayudar para que los que no tienen nada, puedan salir de la pobreza.
Estos países pobres, no solo no tienen comida o agua potable, sus niños no pueden ir al colegio, no tienen el derecho a la educación que reconoce la Declaración Universal de Derechos Humanos y cuando están enfermos, no tienen médicos que les curen. Muchos niños mueren al día porque están desnutridos.
Los cristianos, nos diferenciamos del resto por el amor a los pobres, por compartir nuestras cosas con los que no tienen, nuestro ejemplo es Jesús, Él nos dijo " Lo que hagáis a uno de mis hermanos pequeños a mí me lo hacéis"
Por eso tenemos que colaborar; gracias a nuestra ayuda, en campañas como la de Manos Unidas, niños de países que padecen hambre, sequía, guerras, etc. podrán tener un futuro, porque con pequeñas ayudas se construyen escuelas, se hacen pozos para que tengan agua potable con la que calmar la sed y poder regar los pequeños cultivos que les ayudarán a alimentarse.
Aunque ahora oigamos en casa que hay mucha crisis, que estamos fatal, el tercer mundo muere de hambre, porque ni siquiera tiene agua.
Nuestra pequeña gotita, puede hacer un lago. Gracias en su nombre por vuestra ayuda.
Buenos días