La amistad

Escrito el 25/02/2025
isaac.estevez


BUENOS DÍAS .

Hoy comenzaremos el día mirando a metro alrededor. ¿Qué veis? Por supuesto, a vuestro profesor, los libros, la pizarra, la decoración de la clase y… a vuestros compañeros.

De entre todos ellos, que son muchos, seguro que todos tenéis unos pocos, dos o tres, que son especiales, nuestros verdaderos amigos. Son aquellos con los que soléis jugar, con los que tenéis más confianza para contarles vuestras preocupaciones y alegrías, a los que guardáis sitio en el comedor y con los que os juntáis para ir de excursión.

Y es que hoy, vamos a hablar de la AMISTAD , una forma muy especial de AMOR, que es lo que nos humaniza profundamente y engrandece nuestro corazón.

Todos sabéis que, durante su vida como hombre, Jesús también tuvo amigos: él eligió a los doce Apóstoles y quiso especialmente a Pedro, al que le encomendó apacentar a sus ovejas, es decir, fundar la Iglesia, y a Juan al que le encargó el cuidado de su propia madre, la Virgen María, tras su muerte.

Otros grandes amigos fueron los hermanos de Betania: Marta, María y Lázaro tras la muerte del cual, lloró apenado y al que después resucitó.

Por tanto, son muchísimas las ocasiones en las que Jesús enseña en los evangelios la importancia de la amistad.

Recordad siempre que debemos cuidar la amistad, como si fuera una plantita que tiene que crecer.

Respetad a los amigos si opinan de forma distinta; sabed pedirles perdón y perdonadles cuando sea necesario; evitad con ellos la envidia y ser presumidos. Porque la amistad es una forma de amor y, como dice San Pablo, "el amor todo le perdona, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta"

Por último, mirad y buscad de nuevo a vuestros amigos y amigas. Imaginadlos con canas, algunas arruguitas, menos pelo en el caso de los chicos, todos más altos y mayores, muchos ya con hijos de vuestra edad…

Así los llegaréis a ver si son verdaderos amigos, porque creceréis con ellos y serán vuestro apoyo permanente en el caminar de la vida. Cuidadlos y queredlos como Jesús a sus amigos y San Agustín a los suyos.